martes, 28 de junio de 2011

Peronismo. Filosofía política de una obstinación argentina.

En la última reunión Daniel comentó que le había gustado charlar un rato de política. El Gabinete es un espacio de organización y acción de políticas públicas de promoción social. A mi me gusta mas la vieja definición peronista de "justicia social". Presupone que todos deben acceder a ciertos beneficios, y que el Estado es el garante de asegurar que esto suceda por medio del trabajo.

Coloco el vínculo a un libro del filósofo argentino Jose Pablo Feinmann (Peronismo. Filosofía política de una obstinación argentina.) que publicó pagina 12 en entregas sucesivas.

http://www.pagina12.com.ar/diario/especiales/18-109422-2008-08-10.html

sábado, 25 de junio de 2011

La violencia


Vengo de la cabeza soy una banda descontrolada,
hoy no me cabe nada, vas a correr porque sos cagón.

Son todos unos putos,unos amargos, unos buchones,
llaman a los botones, vinieron todos, se quedan dos.

Hoy vas a correr, porque sos cagón,
con el culo roto, porque mando yo.

Voy a salir de caño, ya estoy re duro, estoy re pasado,
como ya estoy jugado me chupa un huevo matarte o no.

Mi vida es un infierno, mi padre es chorro, mi madre es puta,
vos me mandás la yuta y yo te mando para el cajón.

Yo soy el error de la sociedad,
soy el plan perfecto, que ha salido mal.

Vengo del basurero que este sistema dejó al costado,
las leyes del mercado me convirtieron en funcional.

Soy un montón de mierda brotando de las alcantarillas,
soy una pesadilla de la que no vas a despertar.

Vos me despreciás, vos me buchonéas,
pero fisurado, me necesitás.

Soy parte de un negocio que nadie puso y que todos usan,
es la ruleta rusa y yo soy la bala que te tocó.

Cargo con un linaje acumulativo de misiadura,
y un alma que supura veneno de otra generación.

Yo no sé quien soy, yo no sé quien sos,
el tren del rebaño se descarriló.

Ya escucho las sirenas la policía me está encerrando,
uno me está tirando me dio en la gamba, le di a un botón.

Pasa mi vida entera como un tornado escupiendo sangre,
manga de hijos de puta me dieron justo en el corazón.

Agarrate Catalina (murga uruguaya)

El video en 
http://gabinetesocial.blogspot.com/2011/06/una-pagina-en-blanco.html

jueves, 23 de junio de 2011

La poesía es un arma cargada de futuro (Gabriel Celaya)

Cuando ya nada se espera personalmente exaltante,
mas se palpita y se sigue más acá de la conciencia,
fieramente existiendo, ciegamente afirmado,
como un pulso que golpea las tinieblas,

cuando se miran de frente
los vertiginosos ojos claros de la muerte,
se dicen las verdades:
las bárbaras, terribles, amorosas crueldades.

Se dicen los poemas
que ensanchan los pulmones de cuantos, asfixiados,
piden ser, piden ritmo,
piden ley para aquello que sienten excesivo.

Con la velocidad del instinto,
con el rayo del prodigio,
como mágica evidencia, lo real se nos convierte
en lo idéntico a sí mismo.

Poesía para el pobre, poesía necesaria
como el pan de cada día,
como el aire que exigimos trece veces por minuto,
para ser y en tanto somos dar un sí que glorifica.

Porque vivimos a golpes, porque apenas si nos dejan
decir que somos quien somos,
nuestros cantares no pueden ser sin pecado un adorno.
Estamos tocando el fondo.

Maldigo la poesía concebida como un lujo
cultural por los neutrales
que, lavándose las manos, se desentienden y evaden.
Maldigo la poesía de quien no toma partido hasta mancharse.

Hago mías las faltas. Siento en mí a cuantos sufren
y canto respirando.
Canto, y canto, y cantando más allá de mis penas
personales, me ensancho.

Quisiera daros vida, provocar nuevos actos,
y calculo por eso con técnica qué puedo.
Me siento un ingeniero del verso y un obrero
que trabaja con otros a España en sus aceros.

Tal es mi poesía: poesía-herramienta
a la vez que latido de lo unánime y ciego.
Tal es, arma cargada de futuro expansivo
con que te apunto al pecho.

No es una poesía gota a gota pensada.
No es un bello producto. No es un fruto perfecto.
Es algo como el aire que todos respiramos
y es el canto que espacia cuanto dentro llevamos.

Son palabras que todos repetimos sintiendo
como nuestras, y vuelan. Son más que lo mentado.
Son lo más necesario: lo que no tiene nombre.
Son gritos en el cielo, y en la tierra son actos.